Los comerciantes del mercadillo de Almagro, recibieron la visita inesperada de los niños y niñas de E.I el pasado miércoles 28 de noviembre. Y esa sorpresa se reflejaba en sus caras al recibirnos con sonrisas tímidas y comentarios cariñosos.
Las personas mayores que allí estaban haciendo sus compras también se contagiaron de alegría y ternura al ver las caritas de los más pequeños y un pellizco de nostalgia recorrió sus memorias.
Plátanos amarillos como el sol, chirimoyas de Canarias, setas como sombrillas presumidas se mostraban a nuestro paso, ciruelas moradas, naranjas dulces y manzanastricolores como semáforos. Uvas crujientes y dátiles traídos de otras tierras más cálidas y granadas que bajo su humilde apariencia escondían un tesoro rojo como rubíes.
Todos estos frutos de otoño y mucho más, fue lo que nos encontramos en el mercado y cuando llegamos al aula llegó el momento de disfrutar de ese regalo. Y entonces, a través de los cinco sentidos vimos el color de la fruta, olímos su aroma, descubrimos su sabor, oímos el crujido al morder y acariciamos sus formas y texturas. Y así, otra estación más se nos escurre entre los dedos.
¡Sin olvidarnos, de los deliciosos CHURROS, que todos estábamos esperando impacientemente para comernos!.
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